sábado, 19 de octubre de 2013

Día de la Madre


Día de la Madre
El grupo ADyR (Agrupación Dar y Recibir, padres e hijos adoptivos) 
saluda a todas las madres en su día.

Madre:
tu amor recorre todo mi ser,
lo envuelve en caricia de protección…
así quedas en mi piel,
me traspasas...
¡¡Gracias a la vida por encontrarnos!!

                   José Manuel Andino
                              19-10-2013

martes, 11 de octubre de 2011

Día de la Madre


           Cuando una estrella se enciende
     M agnífica 
  A dorable
 D iáfana
R isueña
 E legante

es porque un hijo eligió a una madre
y
se acurrucó en su vientre o en su corazón

ADyR (adopción dar y recibir) felicita a todas las madres en su día.

José Manuel Andino
Octubre de 2011

martes, 12 de julio de 2011

¿Y la mamá biológica?..

“Una mujer que - generalmente sola y en medio de grandes dificultades-  no elude traer al mundo una nueva vida humana, aun cuando no pueda criarla merece un reconocimiento.”   Fundación Retoño

Testimonios expresados por integrantes del grupo ADyR en distintas entrevistas:


Manuel (hijo adoptivo, enero 2000): “Estoy agradecido a mis padres adoptivos que me enseñaron a querer a mi mamá biológica y a no juzgarla. Porque hay veces que una madre se encuentra sola antes o después de ser madre y qué le puede haber pasado: puede haber sido una desilusión, una ilusión que después fracasó… y la sociedad suele juzgar muy rápidamente…”

Silvia C. (mamá adoptiva, enero 2000): “Lo importante es no juzgar, no debemos juzgar, porque vaya a saber qué cosas pasó cada uno, hay que estar en los zapatos del otro…”

Manuel (hijo adoptivo, junio 2006): “Es importante que a medida que se le va diciendo que son padres adoptivos, inculcarle que esa mamá lo dejó, lo dio o pongámosle el término más adecuado, no porque sí, sino que algo le pasó, puede no estar bien de salud o por presiones de su familia, y pueden pasar muchísimas cosas más, más de lo que cada uno nos podemos imaginar. A ese hijo que se está adoptando hay que hacerle ver lo positivo de esa mamá, que si no le hubiese dado vida no estaría hoy acompañando a otra familia.”

Marcelo S (periodista, junio 2006): “Los seres humanos somos muy proclives a juzgar inmediatamente y cometemos excesos. No se sabe bajo qué circunstancias o bajo qué elementos de presión se pudo haber obrado al dar a un hijo. Algunos dicen “yo jamás hubiera hecho una cosa así”, pero no sé, uno no estaba en sus zapatos…”

Otros prejuicios

Testimonios expresados en entrevistas periodísticas

El niño adoptivo es como cualquier otro niño, necesita ser valorado y reconocido por lo que él es.


Silvia D. (mamá adoptiva, mayo 2002: “Yo soy mamá adoptiva de una nena y de un varón. Me gustaría que los docentes se acercaran al grupo porque existe el tabú de que porque es adoptivo va a tener problemas y no es así. Estamos totalmente seguros de  que son iguales, son un hijo más. Yo no soy mamá biológica pero me parece que no tengo diferencia con una mamá biológica ni mis hijos tampoco.”

Lilián (hija adoptiva, septiembre 2002): “Hay gente que por no estar informada comete el error de decir ante un problema “y qué querés, si es adoptado” y no es así.

Ana (mamá adoptiva, septiembre 2002): “En la sociedad de Pediatría participé del taller “La sangre que heredamos”. La conclusión fue que la sangre que heredamos tiene una parte en la vida de cada uno pero lo más importante es la vida que llevamos. Las dos cosas van juntas pero la vida que llevamos, la de la experiencia de vida de los chicos y de los papás es lo más importante.”

Silvia C. (mamá adoptiva, septiembre 2002): “Mi hijo a veces me dice “y qué querés mamá, yo me parezco a vos”, o sea, amén de que uno quiera que de alguna manera se nos parezcan, también ellos sienten lo mismo.
Yo veo en mi hijo costumbres nuestras, formas de hablar, formas de tratar, muchos parecidos a uno.”



A los padres que van a adoptar







ADOPCION: 
Un vínculo que se construye 
por y con amor






Algunas ideas útiles desde nuestras vivencias expresadas en entrevistas periodísticas.

Manuel (hijo adoptivo, enero 2002): “Lo que yo transmito a los padres que van a adoptar es que estén muy decididos de lo que van a hacer, que tengan el cariño suficiente porque no es adoptar por adoptar. Hay que estar preparado para adoptar, para llevar adelante algo con mucho cariño.”

Mónica (mamá adoptiva, enero 2002): “Nosotros hemos hablado mucho en el grupo sobre este tema. Por ejemplo, hay quien te dice “qué obra de bien que hiciste”, “qué obra de caridad” y eso no es así. Uno adopta un hijo. En nuestro caso, con mi esposo los adoptamos a los dos porque teníamos necesidad de tener hijos. Inclusive, no nos importaba cómo fueran, blancos o negros, si se parecían o no, queríamos un hijo.”

Dagoberto (papá adoptivo, enero 2000): “Hay muchos chicos en los institutos que necesitan el cariño de estos padres, hay muchísimos, más de lo que uno piensa.”

Mónica (mamá adoptiva, enero 2002): “El testimonio de los hijos a mí me reconcilió con la vida porque yo tenía mucho miedo de hacer las cosas mal y hoy me doy cuenta de que todos tienen el mismo miedo, pero uno, a veces, también tiene interiormente ese tabú de que sos madre adoptiva y que tenés que rendir examen todos los días, que todo tiene que ser perfecto y no es así. Yo los amo profundamente. Si hoy volviera a nacer y pudiera acordarme de esta experiencia volvería a adoptar.”

Marcelo S (periodista, enero 2000): “Yo pensaba cuántas cosas que uno debe afrontar que no tienen ningún fundamento psicológico ni de ningún tipo pero que son impuestos por la sociedad. Muchas veces la sociedad marca pautas y uno trata de hacer cosas en pos de esa pautas y no es lo que el corazón dice. También hay gente que busca métodos fuera de lo legal.”

Silvia C (mamá adoptiva, enero 2000): “Desde el grupo aconsejamos que el trámite sea legal. Todo lleva un tiempo y por ahí, la misma desesperación hace que lleguen a la adopción sin pasar por un Juzgado. No es cuestión del grupo analizar esto. De todas maneras lo ideal sería que fuese todo más rápido, que la justicia fuese más rápida, que no hubiese tantos institutos llenos de chicos y tantos papás que quieren adoptar. Un chiquito en un instituto va perdiendo muchas cosas de la vida, lo que es el amor, lo que es el cariño, allí es un número, no tiene familia, se pierden muchas cosas…”

María Rosa (mamá adoptiva, enero 2000): “La sociedad tiene sus tabúes pero a medida que pasa el tiempo se va cambiando en esto, nos vamos mentalizando que adoptar un hijo es algo común y corriente. No todo el mundo está preparado. Es nuestro propósito dar a conocer los beneficios que tiene la adopción para el chico y para le familia. Es importante que un niño sea adoptado y que una familia se integre con un hijo adoptivo.”




Juan (hijo adoptivo, mayo 2002): “Yo esperé tres años para que me adoptaran. Me gustaría que se aceleraran estos procesos porque en un instituto hay montones de nenes chicos que no tienen padres.”

Ana (mamá adoptiva, mayo 2002): “En mi caso empecé en el grupo como preadoptante y ahora ya hace un año que tenemos a nuestro hijo. Estuvimos anotados varios años en el Juzgado de Mercedes y adoptamos por otro Juzgado.”

Silvia C. (mamá adoptiva, mayo 2002): “Es verdad que en  los institutos hay muchos niños y no los dan en adopción porque la ley dice que si hay un vínculo mínimo (una visita esporádica, por ejemplo) entre la familia biológica y el niño no se lo puede dar en adopción. Nos duele esta realidad, no es lo mismo estar en un instituto que estar con una mamá y un papá. Todo niño tiene derecho a vivir en familia, tener alguien que lo quiera, que lo mime, que le dé comida, vestimenta y sobre todo afecto.”

Mónica (mamá adoptiva, mayo 2002): “Escuchar el testimonio de los hijos adoptivos disipa los miedos. Por ser padres adoptantes no hay que rendir examen todos los días, con el tiempo te das cuenta de que tenés  que ser lo mejor que podés ser, tenés que darle todo el amor que sos capaz de darle, tenés que poner los límite lógicos. No sé si yo los hubiera parido, si podría quererlos más. Si hice algo bien en la vida es ser la madre de mis dos hijos.
Siempre le digo a la gente que no tengan miedo de adoptar. Eso que te dicen “Ay, tené cuidado”, “quién sabe de dónde viene…”, no hay garantía de nada en ningún caso, ni cuando son biológicos ni cuando son adoptados. Que nadie se prive de  darles amor y de recibir todo ese amor que tienen para darte, porque son un espejo, todo lo que vos les das ellos te lo devuelven, absolutamente todo.”

Silvia C. (mamá adoptiva, mayo 2002): “Siempre queremos la ley, lo que nosotros aconsejamos desde el grupo es que se anoten en un Juzgado, que hagan las reuniones que correspondan, que tengan las entrevistas psicológicas y demás y que estén en la lista de espera. Por supuesto que la espera crea angustia porque la mamá biológica sabe cuándo va a nacer su bebé y los padres adoptivos no sabemos cuándo va a llegar ese momento. También la realidad es que conseguir un bebé es más difícil porque hay más demanda, pero hay chiquitos de un año, dos, tres años que también necesitan de una familia.
Los que hemos ido a los institutos (yo adopté  mi hijo de tres años y medio) sabemos que los chiquitos de más edad se quieren venir con uno.”



lunes, 11 de julio de 2011

¿Cuándo hablarle a un hijo de su adopción?

Estos testimonios fueron expresados en distintas entrevistas periodísticas.



Conocer la identidad, conocer las raíces es algo que no le debe estar vedado a ninguna persona.

Silvia C. (mamá adoptiva, enero 2000): “ Creo que primordialmente tenemos vivir con la verdad.”

Manuel (hijo adoptivo, enero 2000): “ Yo puedo contar como hijo adoptivo que tuve una niñez a pleno, muy feliz, orgulloso de mis padres adoptivos que me enseñaron a querer a mi madre biológica. Siempre me llevaban a visitarla y siempre nos mantuvimos vinculados.”

Dagoberto (papá adoptivo, enero 2000): “ Hay lugares donde, al adoptar, te dan todo el material con la información. En mi caso no nos quisimos enterar de nada, así que está todo como cuando adoptamos pero a disposición de mi hija.” 

Silvia C. (mamá adoptiva, enero 2000): “Mi hijo quiso conocer a su familia biológica y tuve miedos pero ese día llegó al grupo una hija adoptiva y me ayudó mucho, realmente uno tiene miedo, no sabe qué va a pasar. Si bien si uno brinda amor va a recibir amor, ese miedo siempre está, pero la experiencia 
fue muy linda porque recibí amor de esa familia.

Todos queremos saber de nuestras raíces y llegado ese momento no hay que temer, hay que ayudar porque ese hijo no te va dejar de querer, al contrario te va a querer más.”

Dagoberto (papá adoptivo, enero 2000): “Desde que mi hija tuvo razonamiento ya se le fue diciendo lo que pasó con ella, lo que pasó con la señora que la tuvo y que gracias a ella, a esa señora que la tuvo hoy está con nosotros, con su mamá y con su papá y ella está chochísima, nunca se interesó por buscar sus raíces.”

Javier (papá adoptivo, enero 2000): “Nuestro hijo solía ir a pasar los fines de semana con nosotros y como después su mamá falleció pudimos incorporarlo con nosotros. La familia biológica de él es de acá y tiene contacto con él. Ël sabe quién es, tiene su identidad. Con nosotros fue una cosa mutua de cariño.”

Mónica (mamá adoptiva, enero 2000): “Nosotros siempre quisimos que nuestros hijos se criaran con la verdad desde siempre. A partir de una pregunta simple sencilla como la que me hizo mi hija cuando tenía dos años y medio: “¿Yo estuve en tu panza?”. De ahí hablamos con la verdad, naturalmente.”

Juan (hijo adoptivo, junio 2000): “A mí siempre me dijeron que era hijo adoptivo y nunca me molestó.
Cuando uno dice que es adoptado, algunos piensan mal, que adoptar es algo que no sirve, pero es todo lo contrario. Cuando uno es adoptado tiene que estar mucho más alegre, tiene que estar más contento porque esta familia no te dejó tirado, aprovechó la oportunidad de adoptar y criar a ese hijo.
Yo le dije a una chica que no tiene que tener vergüenza de ser adoptiva porque para mí, mi mamá es mi mamá y no hay otra persona, ni adelante ni después de ella, así que yo lo tomo como algo natural.
La discriminación existe en todos lados, en la escuela por ejemplo, pero si uno sabe que es adoptivo lo va a enfrentar bien y no le va a importar.”

Manuel (hijo adoptivo, enero 2000): “No hay que negarle a un niño que es adoptado, tampoco negar sus orígenes. La verdad da tranquilidad a quien adopta y al niño. Si los papás adoptivos dan cariño y buena educación no hay ningún riesgo como para estar escondiendo nada porque siempre se termina sabiendo y las consecuencias son complicadas: hay enojos, problemas y muchos interrogantes sin resolver.”

Lilián (hija adoptiva, mayo 2002): “Cuando escuché a los padres adoptivos y sentí el miedo que tenían de perder a ese hijo que tanto amaban pude entender a mis padres que me ocultaron la verdad. Pero mi experiencia de hija adoptiva a la que no le contaron sobre sus orígenes y que tuvo que averiguarlo por cuenta propia le ha servido a otros hijos y a otros padres.”

Lilián (hija adoptiva, septiembre 2002): “Tuve contacto con mi familia biológica y pude entender que el papá y la mamá son los de todos los días, más allá de que tuve la suerte de encontrar una familia espléndida.
A veces las cosa no se dan en el tiempo que uno quiere, se dan en el tiempo que tienen que darse, y por ahí, alguien de arriba dispone cuándo es.

María Elena (hija adoptiva, junio 2006): “A los chicos hay que decirles la verdad sobre sus orígenes desde que tienen entendimiento. Yo me enteré de que era adoptiva en una circunstancia muy especial, a los 12 años. Hubiera sido distinto si yo hubiera sabido la verdad mucho antes. Me costó un poco, fue algo traumático, cuesta aceptarlo. Después, con el tiempo, tuve la contención de mi marido y de mis hijos, pero la historia uno la tiene con uno.”

Manuel (hijo adoptivo, junio 2006): “Es traumático para las personas que han sido adoptadas y no se les ha dicho en su momento porque uno se cría creyendo que esa mamá y ese papá son biológicos y de repente, cuando ya sos adolescente o grande o ya entrado en edad y te enterás por alguna circunstancia o por documentación que no sos hijo biológico sino adoptivo, viene una situación muy fuerte, para ese hijo adoptivo y también para los papás que han adoptado.
A veces, los papás cuando adoptan dicen “este hijo es nuestro, este hijo es mío y nada más que mío” y esconden toda la historia. Y el día que se termina sabiendo es una gran decepción. Esos papás engañaron al hijo y el hijo fue creciendo engañado. Mientras tanto que si se le dice, se lo acompaña a medida que va creciendo pasa a ser algo de lo más normal.
Si a mí me preguntan cuándo me lo dijeron, no lo sé porque lo supe desde siempre y además me enseñaron a querer a mi madre biológica. Por eso para mí fue todo fácil y fui muy feliz. De todas maneras un hijo adoptivo tiene que entender que si no se lo dijeron en su momento fue sólo por amor , un amor muy fuerte.”

Silvia C.(mamá adoptiva, junio 2006): “ Decirle la verdad para uno, como padre, sirve para además para sacarte una mochila. Hoy mi hijo es grande y tengo nietos… estoy muy contenta de haberle dicho la verdad y de haberlo acompañado a conocer su familia biológica. Cada uno tiene derecho a conocer su origen y como padres tenemos la obligación de acompañarlos.”


Encuentro de los grupos ADyR y ADOPTAR (26 de abril de 1999)



El grupo ADyR (Adopción, dar y recibir) recibió la visita del grupo ADOPTAR (padres e hijos adoptivos) de la ciudad de La Plata.
ADyR y ADOPTAR, pese a no haber tenido contactos previos a su organización, realizan acciones similares; la manera de funcionar de ambos grupos es exactamente igual, evidentemente había como un agujero que no estaba cubierto. Es importante estar agrupados, participar, conocerse, intercambiar conocimientos, dificultades, experiencias, vivencias.



Mónica (de ADOPTAR, mamá adoptiva) (abril 1999): “Los miedos y prejuicios más comunes transmitidos por las parejas en torno a la adopción tienen que ver con los problemas y traumas que pueden conservar los chicos, sobre todo los más grandes, de su vida pasada: el cómo hablarles a esos niños, cuando lo pidan, acerca de sus padres biológicos y cómo manejar el tema de la herencia genética.”

Silvia C. (de ADyR, mamá adoptiva) (enero 2000): “En el grupo hablamos un mismo idioma, somos como hermanos, cuando nos encontramos sentimos una alegría que no se puede explicar. Hacía falta este espacio porque todos estábamos deseosos de contar nuestras experiencias, de compartir cosas, buenas, lindas, feas, como cualquier familia.
Es como una escuela para padres. Con nuestras vivencias y experiencias vamos aprendiendo y enseñando. A mí me sirvió mucho, en lo personal, el mensaje de los hijos adoptivos”

Dagoberto (de ADyR, papá adoptivo) (enero 2000): “ La agrupación ADyR que significa dar y recibir es eso: damos consejos, le damos ayuda al que los precisa y recibimos las experiencias de los demás. Eso fortalece al grupo”

Guillermo (de ADOPTAR, hijo adoptivo) (abril 1999): “Yo me sumé al grupo como hijo adoptivo. Me sumé precisamente para aportar la experiencia de lo que vive un niño o de lo que recuerda de lo que vivió con los que considera sus legítimos padres. A pesar de no haber salido de la pancita de esa mamá, sí salí de otro lugar que es el corazón.
Hace muy poquito murió mi padre, el que yo considero que es mi padre porque él me crió. Siento muchísima nostalgia por no tenerlo al lado mío. Hace unos años me encontré con mi familia biológica y también con mi mamá biológica. Las dos están vivas. En realidad, para mí mi verdadera madre es mi madre adoptiva, porque en definitiva es la que en los momentos que tenía fiebre me cuidó, me cobijó en noches de frío. De mi padre digo que era un maestro y así lo quiero recordar”